Hoy los gazterocker se han despertado con la energía a tope: empieza el primer ensayo de combos. Cada grupo se pone manos a la obra con los temas que sonarán en el gran concierto final. Es el primer contacto con las canciones y ya se intuye que el nivel va a estar por las nubes. Riffs afilados, voces valientes y un ambiente de local de ensayo que huele a banda emergente.

 

Por la tarde, cambiamos de registro pero no de intensidad: comienza la parte teórica para preparar el videoclip que grabaremos en los próximos días. Se repasan ideas clave de narrativa visual, planos, ritmo y actitud frente a cámara. Porque si vas a hacer rock… ¡tienes que sonar y lucir como una estrella!

Y para cerrar el día, una nueva entrega de historia del rock. Más que una clase, parece una jam de recuerdos, artistas y movimientos que marcaron época. Cada noche vamos entendiendo mejor que este campamento no solo suena a rock, sino que lo respira.